Astarté: trances y visiones

12.9.08

La diosa Astarté , similar a la Isthar mesopoptámica, fue venerada en Sidón, donde compartía templo con Eshmún y los reyes se jactaban de ejercer su sumo sacerdocio, en Sarepta y Tiro, en donde llegó a convertirse en una divinidad dinástica al lado de Melkart, así como en Akko, Cartago y muchos otros lugares fenicios del Mediterráneo occidental. En Biblos aún en epoca romana se le rendía culto bajo la forma de Afrodita.

Tampoco fue desconocida en Egipto, donde se la solía identificar con Isis y Hathor y en donde los propios fenicios habían construido un santuario de la diosa en Menfis, según nos cuenta Herodoto. En España, se ha descubierto un santuario de Astarté en el Carambolo Alto, Camas, Sevilla) muy cerca del lugar del hallazgo del famoso tesoro y otro en Villaricos (Almería), la antigua Baria fenicia. Su implantación fue tan profunda en estas tierras largamente colonizadas por los fenicios que aún en época romana se advierte su presencia en las representaciones iconográficas del Rapto de Europa.

Originariamente poseía connotaciones guerreras como sugieren sus advocaciones como “Astarté del combate” y “Astarté de la destrucción”. También era protectora de los navegantes y a este título se la conocía como “Astarté del mar”. Conocida por los egipcios, que parecen haber traducido algunos de sus mitos, es frecuentemente mencionada en los rituales de Ugarit, donde a veces se la asocia a Anat, con la que comparte una belleza sin par y el amor por la guerra, y, sin embargo, ocupa un lugar secundario en sus textos mitológicos. Su iconografía era variada pero solía representársela como una diosa desnuda sentada sobre un león o un caballo.

Astarté, a menudo identificada con Anat la hermana y consorte de Baal, era la diosa cananeo-fenicia de la fecundidad y el amor, pero también de la justicia y el derecho, y ocupaba un lugar de privilegio en el panteón común. Su nombre, una forma femenina de un teónimo que designa una divinidad estelar, se documenta desde el tercer milenio a. C. en Ebla y Mari, por lo que la podemos considerar como una gran diosa semítico/occidental. Se la relacionaba muy estrechamente con la estrella de la mañana, esto es: Venus, y como otras grandes divinidades oriantales recibía el epíteto de "Reina de los Cielos". Como advierte J. H. Stuckey ("The Great Goddesses of the Levant", Bulletin of the Canadian Society for Mesopotamian Studies 37, 2002:27-48): "Like Sumerian Inanna, she embodies change. To enter into her realm is to undergo transformation, whether by dying on the battlefield, being born, falling in love, engaging in sexual activity, or leaving the ordinary and, through ritual, entering sacred time and space".

Curiosamente, la utilización de inciensos capaces de provocar visiones en el transcurso de sus rituales había sido ya observado por alguno de los grandes orientalistas de la segunda mitad del siglo XIX, aunque luego el tema no volviera a ser muy tratado. Citando a J.P. Brown, autor del famoso The Dervishes or Oriental Spiritualism, publicado en Londres en 1868, Godbey ("Incense and Poison ordeals in the Ancient Orient", The American Journal of Semitic Languages and Literatures 46, 4, 1930: 220) dice: "Brown reminds us that the incense used in the worship of the paphian Venus and Syrian Astarte soothed the votary upon his temple couch and files him with visions of granted desires".

La Venus o Afrodita de Pafos, ciudad chipriota, no es sino una representación local de la misma Astarté, venerada en un recinto del que los textos antiguos destacan su "altar fragante" y el "olor dulce de su templo", en clara relación a la utilización de inciensos y perfumes. De acuerdo con el propio Filón de Biblos (Frg. 2, D32. Cfr: H. Attridge y R. Oden, "Philo of Byblos: The Phoenician History", The Catholic Biblical Quarterly, 9, 1981, p. 55):

"Los fenicios afirman que Astarté es Afrodita".

Fue venerada por los hebreos en tiempos anteriores a la reforma del rey Josías y al parecer también entre los filisteos, según una inscripción de este origen que parece contener una alusión a la diosa. En la Biblia se la denomina Asteret o Astoret y es igualmente invocada como "Reina de los Cielos", ocupando casi siempre un lugar junto a Baal. Incluso llegó a disponer de una ciudad que llevaba su nombre, Asterot Karnaim, en la que había un templo dedicado a su culto. Los profetas anteriores al Exilio clamaban contra ella, a la que se adoraba en los "lugares altos", rodeada de ofrendas, perfumes e inciensos, igualmente execrables. Los profetas también rechazaban aquellos inciensos debido, según Godbey (1930: 221) a su carácter narcótico.

Por otra parte en la tradición y la iconografía se asocia a Astarté con árboles como el junípero, el ciprés y el pino, además de la flor de loto y la adormidera.
El mismo Gobey ha destacado como las esencias narcóticas de los dos primeros formaban parte de los inciensos utilizados ampliamente en todo el Oriente próximo. En una gema minoica hay una escena de adoración de Afrodita Urania/Astarté, en la que puede apreciarse la estrella y el símbolo de la divinidad junto a un típico altar sobre el que figuran tres árboles sagrados que parecen ser cipreses (cfr: McK. Elderkin, "Aphodite worship on a minoan gem", American Journal of Archaeology, 29, 1, 1925, pp. 53-58). El objeto situado a la espalda de la figura de la adorante tiene todo el aspecto de ser un tymaterion, o "quema perfumes, y no parece un árbol como generalmente se interpreta. Astarté se vincula también en la iconografía al loto egipcio, al igual que la sumeria Inanna, la acadia Ishtar, la fenicia Anat y las egipcias Isis, Hathor y Nut, tal y como advierte J. A. McDonald ("Botanical determitation of the Middle Eastern Tree of Life ", Economic Botany 56(2), 2002: 127), para quién es la planta representada abundantemente como el "Arbol de la Vida", otro símbolo de Astarté, y cuyas propiedades visionarias ya han sido observadas por otros autores.

Ilustraciones:
Astarté Syriaca (Lienzo de Dante Gabriel Rosetti (1828-1882)
Gema minoica
Placa de terracota de Ugarit

Carlos González Wagner
Departamento de Historia Antigua
Centro de Estudios Fenicios y Púnicos